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Conversación con la artista y compositora Christina Vantzou (Primera Parte)

Fotografìa: Julie Calbert

La compositora y artista visual Christina Vantzou retrocede en un tiempo musical hacia un tiempo mítico hasta disolvernos en una organicidad acuática plena de sentidos-sensaciones  no encontradas aún… Una arqueo-neosensibilidad que retoma y reanuda una proximidad sonora hacia el límite de un fondo submarino. Sus últimos cuatro discos No.1, No.2, No.3, No.4 encadenan las cuatro caras de una mitología que refulge un asombro ante la presencia divina. ¿Serán las gorgonas, las medusas, seres femeninos míticos, deidades que regresan discretamente hasta encontrar nuestros cuerpos humedecidos otra vez?  Ante su composición y orquestaciones híbridas, acústica-electrónicas y voces xeno-humanas, Chistinina Vantzou nos devuelve el  sueño del útero o matriz, antes de la historia: nazco mojado y muero mojado otra vez.

Falso Raccord/Lauro López-Sánchez: Me gustaría para comenzar, a conversar sobre tu trabajo, detenernos en un fragmento del libro: “Hegel; La inquietud de lo negativo” de Jean Luc Nancy,  el cual me ha resultado revelador para pensar el presente y cómo lo estamos asumiendo artísticamente.

Lo trascendente, es decir el ser elevado más allá de su puro y simple acto se ha alejado en el vacío de la abstracción. Y aquellos que pretenden, por resacción, restablecer su dignidad, de seguro lo pierden más aún en el sentimentalismo y en el fanatismo de las pretensiones de poner lo Absoluto aquí y ahora.

Nancy es asertivo al señalar en Hegel el fin de una época, el sistema religioso mundo se desvanecía y con ello el monopolio de la iglesia sobre la artes. La música se quedó sin techo celestial y el influjo pagano no se hizo esperar. Los siguientes años veremos el acercamiento hacia tradiciones orientales que buscarán modificar el canon musical occidental.

Christina Vantzou: Interesante análisis ya que justo como señalas ha sido mi exploración (consciente o inconsciente) en el curso de los últimos cuatro discos ya que siento que junto a la música ha habido una exploración al interior de la mente humana, la historia del arte y la práctica artística. Tengo una tendencia de visitar museos -en particular pintura renacentista y arte antiguo- y he visto de primera mano la lucha de la que tú hablas. Es evidente que la iglesia claramente dominó las artes, pero también veo como los artistas encontraban maneras de hacer lo que querían. Amo las pinturas del Bosco y Brughel por sus extrañas escenas y por pintarlas bajo un increíble detalle. De la misma manera, veo en el arte antiguo de todo el mundo aspectos en común en los objetos: figurines  devocionales que buscan la belleza en la forma humana, vasijas, contenedores, instrumentos musicales, símbolos, abstracciones.

Falso Raccord/Lauro López-Sánchez: Hoy los artistas encaran un total crepúsculo, no hay dimensión sacra, aun así persiste su impulso. Tus últimos cuatro discos me parecen ser el esfuerzo por aproximarte a una dimensión mítica llena de aspectos sagrados. Cada uno es un portal donde la ingravidez deduce una materia evanescente que se torna aún más desconocida y primigenia. ¿De qué manera llegaste a todo esto? ¿Cómo ha sido tu formación musical?

De igual manera, se han suscitado varias respuestas desde los sesenta buscado restablecer una nueva relación con su tiempo y con la tradición occidental. El caso de La Monte Young y sus alumnos abrieron toda una perspectiva que derivaron en una flexibilidad que re-articuló la práctica y la enseñanza fuera de la academia. Fue sin duda un gesto precedido por el modernismo: se buscaba posicionar un sentido espiritual ante un mundo desacralizado. Redescubrir oriente y los modos hindúes fueron medidas desesperadas por asirse a una tradición, es decir, evacuar a occidente. El drone requería de otra base teórica musical e introducir otro sentido temporal. Simultáneamente alejado de todo Giacinto Scelsi en Italia hacia una obra cercana a  La Monte Young; ambos al margen de la academia.

Christina Vantzou: Lo que sé acerca de la historia de la música es gracias a escuchar grabaciones y de leer artículos en wikipedia. Es chistoso que menciones a La Monte Young y a sus estudiantes, porque actualmente estoy colaborando con uno de sus estudiantes-pianista y compositor Michael Harrison. Trabajar con Michael me ha acercado a la filosofía de La Monte y como fusionó la música oriental y occidental llevándola un paso adelante. En un sentido muy básico el canon musical occidental trabaja con un set de sonidos los cuales determinan todas las posibles relaciones musicales.  Afinar un instrumento clásico (occidental)  en una escala oriental significa introducir nuevos sonidos y fue un gran paso para los músicos académicos; esto aún está siendo digerido. Cuando escuché por primera vez la afinación del piano de Michael, inspirado en ragas hindúes, fue como probar algo por primera vez ¡este sentimiento es realmente excitante! En general, apuesto que los seres humanos buscamos nuevos sonidos por lo sorprendente que viene de ello… de cualquier manera para la música clásica será un proceso muy, muy lento el aceptar todo un nuevo sonido.

Falso Raccord/Lauro López-Sánchez: ¿Cómo has trabajo el drone y la armonía para hacer tan personal su empleo en tus discos, sin caer en un esquema académico?

Christina Vantzou.  Yo no existo sin un marco académico, así que es fácil para mí tomar la música experimentalmente. Alguno de mis amigos cercanos se ha referido a mi trabajo como música de sensaciones. Trabajar con sensaciones hace la música automáticamente personal. El Drone funciona para mí, porque cada vez que escucho un continuo tono, es fácil para mi alucinar que podría ser uno de los principales melodías que surgen de aquí o allá . Es una parte de mi muy natural. A veces escucho la música más hermosa en los aviones después del ascenso.  Cuando la estática y el ruido se mantienen escucho cellos y coros.

 Falso Raccord/Lauro López-Sánchez: Una de las características de tu música es la ausencia de tema. Todos los elementos están puestos en relación sin la dependencia de un tema, sin emargo y a pesar de ello, hay momentos de mucha intensidad sobrecogedora. Tus orquestaciones se erigen bajo un interflujo largo, adagios llenos de vitalidad que parecen no empezar ni terminar. ¿cómo organizas los tracks para que mantengan su unidad de sentido?

 Christina Vantzou: En colaboración con muchos ensambles, he encontrado que para muchos tener un tema es un punto de inicio muy importante. Yo lo encuentro innecesario en la composición, prefiero comenzar y ver qué sucede. Mantener las cosas básicas y directas es una parte de hacer mi trabajo de una manera rara.

Regresando a tus pensamientos sobre la música sacra y como explorar en ello, hoy mantener las cosas básicas es muy importante para mí. Uno amigo recientemente me dijo que somos una generación que explora la posibilidad de vivir sin priorizar ideologías.  Yo no sé si eso es verdad, pero prefiero pensar desde lo básico acerca de cómo gasto mi tiempo.  Yo hago música, y si la espiritualidad  me da tiempo de considerar otras dimensiones, entonces soy una persona espiritual. Siempre lo he sido.  Encuentro a veces una línea tramposa en ser una persona espiritual y no seguir la guía de un maestro espiritual. He leído, escuchado lecturas y he meditado. Cuando vienen conclusiones maniqueas  entre el blanco y lo negro, o invitaciones a seguir  un culto con total auto-sacrificio, me entra una sospecha muy grande y abandono el asunto por completo. El otro día un amigo me dijo que los gurús se extinguen y creo que es verdad. Así que en la música, hay grandes preguntas, pueden ayudar… pero no sigo ninguna fórmula fija.

La música cambia todo el tiempo  y veo muchas conexiones dentro de las ideas existentes; soy una esponja en ese sentido. No me da miedo referirme a lo que existe momentáneamente y regresar a zambullirme en el mar.

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