Cuando regrese
lo haré con el traje de otro hombre,
con un nombre distinto.
Mi llegada será inesperada.
Y si al verme incrédulamente dijeras “tú no eres él”
te mostraré los signos y confiaras que soy yo.
Te hablaré del limonero en tu jardín,
de la ventana por donde entra la luz de la luna
y de las señales del cuerpo, señales de amor.
Y mientras subamos temblorosos a nuestra vieja habitación
entre abrazo y abrazo,
entre susurros de amor,
te contaré de mi viaje a lo largo de toda la noche,
y de las noches venideras.
Entre abrazo y abrazo,
entre susurros de amor,
toda la aventura humana,
una historia que nunca termina.
ULYSSE’S GAZE, 1995
Trad. Gabriel Berber